PREGUNTAS SOBRE LA ALERGIA

¿Las enfermedades alérgicas se heredan?  La alergia no se hereda invariablemente de padres a hijos, pero el hecho de que los padres sean alérgicos hace aumentar las posibilidades de que los hijos puedan desarrollar esta enfermedad. La herencia genética, en este caso, actúa como factor de predisposición que implica una mayor susceptibilidad a padecer procesos alérgicos. Sólo en algunos casos de angioedema, en los que existen unos defectos marcados genéticamente, se hablará de una enfermedad estrictamente hereditaria.

¿A qué se puede ser alérgico?

Vía inhalada, se puede ser alérgico a pólenes, ácaros, hongos o epitelios de animales. Además, según la profesión u oficio, hay otros múltiples agentes como harinas, enzimas, maderas, látex, etc. con capacidad sensibilizante. Todos ellos son causa de rinoconjuntivitis alérgica y/o asma bronquial.Por contacto cutáneo, son centenares los agentes que pueden originar alergia, aunque los más relevantes son los metales (níquel), como causa más frecuente de eccema alérgico de contacto, y el látex, como causa de urticaria de contacto.

Por ingestión, casi cualquier alimento puede originar reacciones alérgicas. La sensibilización alimentaria es más frecuente en la infancia, habitualmente por leche y/o huevo y también por pescado, legumbres, frutas y frutos secos. Por ingestión también es relevante la alergia a antígenos ocultos como el anisakis y, más raramente, a aditivos.

Los medicamentos pueden originar reacciones tras su administración oral, inyectable o tópica. Todos, incluso los tratamientos antialérgicos como los corticosteroides, pueden causar alergia, aunque los más frecuentes son los antibióticos (sobre todo betalactámicos) y los analgésicos (sobre todo pirazolonas).

Finalmente, los insectos también pueden causar alergia, sobre todo tras una picadura (en el caso de himenópteros como la avispa y la abeja) y raramente vía inhalada (cucaracha).

 ¿Me puedo volver alérgico si no lo he sido con anterioridad y nadie de mi familia lo es?

Sí, cualquier persona se puede sensibilizar frente a los agentes antes mencionados en cualquier época de su vida y sin antecedentes que permitan sospecharlo. Sin embargo, es cierto que la sensibilización es más frecuente si hay antecedentes familiares de alergia (excepto en la alergia a fármacos o en la dermatitis alérgica de contacto, donde esto no se ha demostrado) y nos sensibilizaremos precisamente a agentes con los que estemos más en contacto. La edad de debut más habitual es la infancia o el adulto joven, dependiendo del agente y/o de la enfermedad (por ejemplo, la alergia a alimentos o la dermatitis atópica es más frecuente en la infancia y la alergia a medicamentos en el adulto joven).

¿La alergia es peligrosa para mi salud?

Puede serlo en casos de asma bronquial severo mal controlado. Sin embargo, los tratamientos actuales, siguiendo las indicaciones estrictas de su especialista, han disminuido la mortalidad causada por el asma, a pesar del aumento de la enfermedad. Por ello, es esencial un diagnóstico y tratamiento precoz, manteniéndose siempre bajo supervisión médica.

Por otra parte, algunas reacciones alérgicas agudas conocidas como anafilaxia, son muy graves. Pueden cursar con urticaria, broncoespasmo, sintomatología digestiva, bajada de la tensión arterial y, excepcionalmente, parada cardiorrespiratoria. Estas respuestas están causadas por medicamentos, picaduras de himenópteros, alimentos y otros antígenos como látex y anisakis. Un tratamiento inmediato con adrenalina y corticosteroide parenteral controla las reacciones de anafilaxia, existiendo, para pacientes seleccionados de riesgo elevado, cartuchos o jeringas de adrenalina autoinyectable.

Si sospecho que soy alérgico ¿debo hacerme las pruebas alérgicas?

Sí, siempre que existe una sospecha es imprescindible hacer un diagnóstico correcto y, en consecuencia, acudir al alergólogo para que realice una historia clínica dirigida y efectúe las pruebas alérgicas necesarias. Esto le permitirá tomar medidas para evitar exponerse a lo que sea alérgico y planificar mejor su tratamiento sintomático. Cuando no sea posible evitar la exposición o sea insuficiente para controlar los síntomas, su alergólogo le podrá prescribir el tratamiento específico o «vacuna» más adecuada si está indicada.

 Si las pruebas alérgicas son negativas ¿ no soy alérgico?

Las pruebas cutáneas (prick test) se realizan con objeto de demostrar «in vivo» la existencia de IgE (Inmunoglobulina E) específica frente a un alergeno, pero su negatividad no descarta el diagnóstico de alergia. Éste se realiza mediante una historia clínica compatible, unas pruebas cutáneas que habitualmente son positivas y, en ocasiones, otras pruebas diagnósticas, como la determinación en sangre de IgE específica o las pruebas de provocación (nasal, conjuntival, bronquial, oral o parenteral).

Existen diferentes causas por las que un paciente puede tener pruebas cutáneas negativas. La más común es la toma, en los días previos, de algún medicamento que las inhiba (en particular los fármacos antihistamínicos), siendo preciso repetirlas. Algunos pacientes pueden presentan una sensibilización a alergenos no testados habitualmente en las baterías estándar, en las que sólo se recogen los alergenos más frecuentemente encontrados en un área geográfica determinada. Finalmente, es posible que el alergeno empleado no esté estandarizado y no tenga la capacidad suficiente para captar una posible sensibilización, como ocurre con la mayor parte de los extractos de hongos. Algo semejante sucede con los fármacos, habitualmente los test cutáneos son negativos, sobre todo cuando han pasado años de la posible reacción, de modo que una negatividad no descarta un diagnóstico de alergia.

¿A los niños pequeños se les puede realizar pruebas cutáneas?

Sí. Es un error muy extendido, incluso entre los propios médicos, el pensar que a los niños pequeños no se les pueden realizar pruebas cutáneas. Diariamente, en las consultas de alergia de todo el mundo, se realizan pruebas cutáneas a lactantes con objeto de diagnosticar alergia a las proteínas de la leche de vaca y, en niños menores de 15 meses, otras sensibilizaciones alimentarias como al huevo, pescado, legumbres o frutas.

¿Son dolorosas las pruebas de la alergia?

Las pruebas cutáneas más habituales son las de prick-test, que se realizan con una punción a un nivel cutáneo muy superficial que no estimula las fibras nerviosas del dolor. Exclusivamente generan, en el supuesto de pruebas positivas, un picor local que cede en minutos.

Los test del parche para el diagnóstico de dermatitis de contacto tampoco son dolorosos, aunque en algunos casos muy positivos se produce un picor intenso durante los días que se realizan las lecturas de la prueba.

Las pruebas intradérmicas pueden ser más molestas para niños y personas muy sensibles al dolor, aunque en la práctica habitual sólo son precisas en estudios de alergia a fármacos e himenópteros (abejas y avispas).

 ¿ Qué es el polen?

Se denomina polen al «polvillo» que fecunda la flor, para formar el fruto. Está constituido por multitud de granos, cada uno de ellos de un tamaño microscópico, y es transportado por el aire o los insectos, hasta alcanzar la flor o los órganos femeninos de los árboles y otras plantas.

El polen no se ve a simple vista y no hay que confundirlo con las «pelusas» que desprenden determinadas plantas coincidiendo con la épocas de polinización.

¿Cuál es el polen que da alergia con mayor frecuencia?

Es distinto en cada región, porque las condiciones climáticas y las peculiaridades geográficas de cada zona condicionan el crecimiento de unas especies vegetales u otras, según su capacidad de adaptación.

Globalmente, los pólenes más frecuentes en España son los de las gramíneas, en particular en la región centro de clima continental. En otras regiones destacan otros pólenes: parietaria en la zona mediterránea, olivo en Andalucía y algunas áreas de la región centro y mediterránea, abedul en la cornisa cantábrica y salsola en Castilla-La Mancha. En los últimos años, la plantación indiscriminada de nuevas especies en zonas urbanizadas ha motivado la aparición de nuevos pólenes de especial relevancia clínica, como el plátano de sombra en las grandes ciudades (sobre todo Madrid y Barcelona) y las cupresáceas en áreas residenciales.

¿Se puede ser alérgico a varios pólenes a la vez? ¿Puedo tener síntomas de alergia al polen fuera de la primavera?

Sí. Además, ambos fenómenos cada vez son más frecuentes, por lo que es posible encontrar personas que tengan síntomas durante muchos meses, coincidiendo sucesivamente con los diferentes periodos de polinización de las plantas a las que se esté sensibilizado. Por ejemplo, los pacientes alérgicos a cupresáceas, plátano y/o gramíneas pueden presentar síntomas en enero-febrero, marzo-abril y/o mayo-junio respectivamente. Si desea ampliar información sobre los periodos de polinización, puede consultar en el apartado de pólenes de la sección control ambiental.

 ¿Qué son los ácaros? ¿Dónde pueden encontrarse?

Los ácaros son arácnidos microscópicos que viven en el polvo de nuestros hogares y centros de trabajo y, en particular, ciertas especies, en algunos almacenes y talleres. Son los responsables de lo que antiguamente se conocía como «alergia al polvo». Se alimentan de las descamaciones dérmicas de humanos y animales, por lo que se acumulan en mayor cantidad en almohadas y colchones, tapicerías, moquetas y alfombras. Su crecimiento se ve favorecido por la humedad y por las temperaturas superiores a 24ºC, por lo que la alergia a los ácaros es más frecuente en las regiones costeras.

Si soy alérgico a mi gato o perro ¿por qué no asocio los síntomas a su presencia? ¿puedo seguir conviviendo con él?

Aunque habitualmente sí se establece una relación clara entre los síntomas y la exposición al animal al que se es alérgico, lo cierto es que esta asociación no es tan evidente para el paciente cuando está conviviendo con el animal. En estos casos, el antígeno que desprende está por todo el domicilio y su inhalación suele ser la causa principal de la inflamación de las vías respiratorias, aunque el paciente no lo perciba así. En consecuencia, para un buen control del proceso es necesario evitar cualquier exposición al animal, aunque sea indirecta. Si esto no fuera posible, en casos seleccionados se puede plantear una inmunoterapia específica bajo supervisión del alergólogo.

¿Dónde están los hongos a los que soy alérgico? ¿Tienen relación con tener una infección por hongos?

La inhalación de esporas y otras partículas fúngicas son causa de rinoconjuntivitis, asma bronquial (sobre todo en la infancia) y otras enfermedades alérgicas respiratorias. Estos hongos alergénicos no suelen coincidir con los que causan infecciones (micosis), que es otro proceso médico distinto. Nos podemos exponer a estos hongos en interiores, asociados sobre todo a materia orgánica (alimentos, paja y grano, detritus de animales,…), y a sistemas de climatización y/o humidificadores contaminados. También nos exponemos en el exterior. Las esporas de hongos son el principal contaminante atmosférico biológico, aunque algunas especies importantes como la alternaria sólo se diseminan por la atmósfera parte del año (mayo a octubre).

¿Que relación tiene la atopia con la alergia?

Son conceptos que a veces se emplean como sinónimos, aunque no son lo mismo. La atopia es una predisposición hereditaria por la que es más frecuente padecer procesos alérgicos, en particular enfermedades alérgicas respiratorias y alergia alimentaria. Típicamente cursa con lesiones cutáneas, tipo eccema, de diversa intensidad (entidad denominada dermatitis atópica o eccema constitucional). Su origen parece multifactorial y se discute el grado de implicación de sensibilizaciones alérgicas concretas (ambientales o alimentarias) en su desarrollo.

La alergia se asocia con más frecuencia a una base atópica, pero se puede estar sensibilizado a cualquier agente sin antecedentes personales o familiares sugerentes de atopia. Incluso en el caso concreto de la alergia a fármacos no se ha demostrado ninguna asociación.

¿Qué relación tiene el asma con la alergia?

El asma en la gran mayoría de los casos (80%) tiene un origen alérgico demostrado. Este porcentaje es aún superior en las primeras décadas de la vida y se ha ido incrementando en los últimos años al mejorar progresivamente el diagnóstico de alergia. La exposición a alergenos origina una inflamación alérgica en los bronquios (base esencial de la enfermedad asmática). Sobre esos bronquios inflamados por mecanismo alérgico inciden, después, diversos factores que desencadenan los síntomas, pero que no son la causa originaria del proceso.

Los asmáticos sin sensibilización alérgica son diagnosticados de asma intrínseco, entidad habitualmente de origen desconocido, aunque también caracterizada por la inflamación de la vía respiratoria. Muchos casos se corresponden con pacientes inicialmente alérgicos, donde una exposición mantenida durante años al alergeno, por un diagnóstico incompleto o un mal control, origina una inflamación persistente e irreversible, independiente de la exposición actual al mismo.

¿Qué factores pueden desencadenar una crisis de asma?

Además de los alergenos que producen la alergia (un paciente alérgico a los gatos puede tener una crisis si se expone a su contacto), numerosos factores inespecíficos pueden provocar una crisis de broncoespasmo, sin que ello signifique que exista una alergia a los mismos. Así, el humo de tabaco, el contacto con sustancias irritantes como la lejía o el amoníaco, los procesos catarrales, el frío intenso, la contaminación ambiental o un ejercicio inadecuado, pueden hacer que suframos una crisis de asma. Sin embargo, excepto en situaciones aisladas, como la del asma por irritantes o el asma por ejercicio, estos desencadenantes no son la causa primaria del asma.

¿Cuándo debo acudir al médico si sospecho que tengo una crisis de asma?

Los síntomas sugerentes de una crisis de asma son la dificultad respiratoria y el silbido al respirar, aunque a veces, sobre todo en los niños, la única manifestación clínica es la tos seca intensa. Si la enfermedad debuta en ese momento debe ser valorado, bien en urgencias o bien en consultas, en el menor plazo de tiempo posible, dependiendo de la intensidad de la sintomatología. Si ya está diagnosticado, debe seguir las indicaciones que le haya dado su especialista para el manejo de estas situaciones, aunque en caso de duda o mal control siempre debe acudir a urgencias.

  Si soy asmático ¿debo acudir al  alergólogo?

Al igual que en el resto de procesos con sospecha de origen alérgico, es imprescindible acudir al alergólogo para que estudie la causa del asma. Sólo así se podrán planificar las medidas ambientales apropiadas y se valorará la indicación de una posible inmunoterapia para intentar curar la enfermedad. Además, el alergólogo también podrá controlar la rinoconjuntivitis y otras manifestaciones alérgicas frecuentemente asociadas al asma bronquial.

 

  ¿Los asmáticos pueden tomar aspirina?

Habitualmente sí, aunque existe una entidad clínica conocida como ASA-tríada en la que se asocian asma intrínseco, poliposis nasosinusal e intolerancia a antiinflamatorios no esteroideos, entre los cuales se encuadra la aspirina y la mayor parte de los antiinflamatorios. Clínicamente, presentan reacciones indistinguibles de las alérgicas, aunque de mecanismo probablemente enzimático. Existen alternativas entre nuevos medicamentos comercializados recientemente en España, aunque su tolerancia debe ser confirmada en un test de provocación controlado. El diagnóstico y manejo de estos pacientes debe ser realizado estrictamente por el alergólogo.

¿Un individuo asmático puede realizar deporte?

Por supuesto que sí. Además, es conocido que algunos deportistas de elite como el ciclista Miguel Indurain o el nadador Mark Spitz, ambos asmáticos, alcanzaron el reconocimiento internacional por sus éxitos deportivos.

También el mundialmente conocido jugador de fútbol y sex symbol David Beckham, es asmático desde niño.

El asmático debe tener algunas precauciones para realizar actividad física, como el asegurarse que no presenta síntomas antes de su realización o que no está acatarrado. Realizará un precalentamiento adecuado y debe llevar siempre consigo el tratamiento de rescate prescrito por su médico, por si tuviera una crisis. En ocasiones, y de acuerdo con la indicación de su especialista, es recomendable realizar un pretratamiento 10 minutos antes de realizar el ejercicio, para evitar la aparición de síntomas que lo impidan.

 ¿Qué deportes puede realizar un asmático?

En principio, con un adecuado control, pueden realizarse casi todos. Sin embargo, aquellos deportes al aire libre que requieren una actividad física mayor y más prolongada en el tiempo, son menos aconsejables. Los deportes de equipo (ya que permiten descansos momentáneos) y la natación (que se realiza en un medio como el agua en el que disminuye el esfuerzo necesario) están especialmente recomendados.

¿Por qué cada inhalador para el asma es de un color diferente?

El hecho de que haya diferentes colores se debe a que se intenta diferenciar más claramente la función de cada uno de ellos. Por consenso, los amarillos y blancos son cromonas, los marrones y rojos son corticosteroides inhalados y los azules y verdes son broncodilatadores. Recientemente, se ha incorporado el color morado para definir las asociaciones de corticoide y broncodilatador en un mismo dispositivo.

 ¿Son peligrosos los «corticoides»?

Los corticosteroides se emplean en el tratamiento del asma por su efecto antiinflamatorio. Como cualquier otro fármaco, no carecen de efectos secundarios, pero su médico los conoce y valora en el momento de prescribirlos. La utilización de corticosteroides inhalados, con acción fundamentalmente localizada en el bronquio y con una pequeña absorción sistémica, minimiza el riesgo de desarrollar efectos secundarios. Su empleo mantenido ha mejorado el control del asma y la calidad de vida de los pacientes, pero es preciso un seguimiento estricto por parte del especialista, que determina su indicación y las dosis necesarias en cada caso.

Además, los corticosteroides son eficaces en otros procesos alérgicos como rinitis y dermatitis. Igualmente, son preferibles los tratamiento tópicos, pero siempre con indicación del especialista.

 ¿Todos los antihistamínicos dan sueño?

No. Aunque el efecto sedante de un antihistamínico es variable en cada persona, en general los de primera generación como la hidroxicina o la desclorferinamina, que atraviesan la barrera hemato-encefálica y tienen un mayor efecto sobre el sistema nervioso central, son mucho más sedativos. Los de segunda generación tienen un menor efecto sobre el sistema nervioso central, aunque en un porcentaje reducido de pacientes siguen produciendo somnolencia y hay que seleccionar cuál es el mejor tolerado o buscar alternativas a los antihistamínicos.

Cuando se ha de realizar un tratamiento con antihistamínicos que produzcan somnolencia, se han de adoptar precauciones para evitar accidentes en la conducción o en el medio laboral.

¿Se pueden usar los mismos fármacos para las enfermedades alérgicas durante el embarazo?

No, pero eso no significa que una mujer embarazada descuide su tratamiento. En particular, en los casos de asma, para el desarrollo del niño es fundamental que su oxigenación sea óptima. Por ello, se debe vigilar especialmente a la mujer asmática durante su embarazo, utilizando la mínima medicación que permita un buen control clínico.

Los antihistamínicos deben evitarse, al no existir estudios que avalen su seguridad, salvo la desclorferinamina. Tampoco se recomiendan los broncodilatadores de acción prolongada como el formoterol o el salmeterol. En la medida de lo posible, se utilizarán corticosteoides inhalados frente a los de administración sistémica. Las cromonas inhaladas se pueden usar con seguridad.

 ¿Se pueden usar vacunas para cualquier tipo de alergia?

La inmunoterapia (vacunas) es eficaz en enfermedades respiratorias causadas por alergia a pólenes, ácaros, así como por algunos epitelios de animales y hongos (alternaria). No existen vacunas para la mayoría de los casos de asma profesional, excepto para el asma de los panaderos.

La inmunoterapia es especialmente eficaz en el caso de alergia a venenos de himenópteros (abejas y avispas). Además, en la actualidad, se están realizando estudios clínicos muy prometedores con el látex. En todos estos supuestos el alergólogo cada vez tiene más a su alcance extractos estandarizados de calidad, que garantizan una mayor eficacia y seguridad.

Por el momento no existen vacunas para la alergia a alimentos, aunque también se está investigando en este campo. Tampoco las hay para dermatitis de origen alérgico o en los casos de alergia a medicamentos.

¿Son realmente eficaces las vacunas?

Sí, resultan eficaces cuando están bien indicadas, se utilizan los extractos adecuados y se realiza un control por el alergólogo de la pauta y de la evolución. Abramson, en la revista científica de la Sociedad Americana de Neumología, publicó un meta-análisis que analiza rigurosamente los resultados de 20 ensayos clínicos sobre inmunoterapia, concluyendo que los pacientes que habían seguido tratamiento con inmunoterapia presentaban una reducción tres veces mayor de los síntomas, cuatro veces en el consumo de medicación y seis veces en la hiperreactividad bronquial inespecífica, frente a aquellos que no lo habían seguido. Harían falta 33 estudios en sentido contrario, con los mismos criterios estrictos de inclusión que los valorados en este meta-análisis, para contrarrestar los efectos beneficiosos ya demostrados.

Las críticas que recibe en ocasiones la inmunoterapia no tienen ningún soporte científico y se basan en fracasos concretos, habitualmente originados por indicación o manejo inadecuado de las vacunas.

 ¿Las vacunas para la alergia son peligrosas?

Cuando la inmunoterapia es administrada con supervisión médica, y de acuerdo con las recomendaciones de los comités científicos, es un tratamiento muy seguro. Las reacciones alérgicas que puedan originar excepcionalmente son graves y siempre son controlables con el tratamiento médico adecuado. La incidencia de reacciones alérgicas por algunos medicamentos, como por ejemplo el nolotil, es superior a la de las vacunas, las cuales, además, se administran bajo control en un centro médico.

Por otra parte, en los últimos años se han comercializado nuevas vacunas con distintas formas de administración, sobre todo vía sublingual, con las que se reduce significativamente el riesgo de posibles reacciones.

Si me vacuno ¿durante cuántos años debo hacerlo? ¿me voy a curar definitivamente?

La mejoría clínica de la inmunoterapia se percibe desde el primer año de su administración. Habitualmente, el tratamiento se mantiene durante un máximo de 5 años de forma continuada, transcurridos los cuales, la reducción de los síntomas, en más de un 80% de los pacientes, es casi total. Esta mejoría persiste al menos durante un periodo de tiempo similar, aunque no existen todavía datos suficientes para valorar la evolución a largo plazo. Lo que sí se consigue en este periodo de tiempo es modificar el curso natural de la enfermedad alérgica, mejorando su pronóstico y evitando el riesgo de una evolución desfavorable.

Un porcentaje reducido de los pacientes no responde al tratamiento con inmunoterapia, lo cual habitualmente se determina ya tras el primer año de tratamiento. Otro porcentaje reducido recidiva al suspender el tratamiento al quinto año. Sin embargo, el mayor problema práctico que se suele plantear es la sensibilización a nuevos agentes ambientales. En general, el paciente polisensibilizado a múltiples alergenos es el peor candidato a mejorar con inmunoterapia. El manejo de estas situaciones lo realizará de forma individualizada el alergólogo.

 ¿Son eficaces las vacunas bacterianas?

Las vacunas bacterianas comercializadas hasta el momento y las llamadas «autovacunas» no han demostrado su eficacia en estudios científicos rigurosos. Aunque algún paciente a título individual refiere mejoría, su uso extensivo en la población alérgica no ha sido avalado siguiendo el método científico.

 ¿Los niños pueden vacunarse como los adultos?

La inmunoterapia se puede emplear, cuando esté indicada, a partir de los 5 años, aunque éste no es un criterio estricto y en casos excepcionales puede comenzarse antes. En general, la prescripción de la inmunoterapia en la infancia está más justificada, si cabe, que en la edad adulta. La modificación precoz del curso natural de la enfermedad, evitando así una evolución desfavorable, es especialmente evidente en los niños.

Paralelamente, las nuevas formas de administración vía sublingual soslayan el problema de la inyección con las máximas garantías de seguridad.

 ¿Es muy caro el tratamiento de la alergia?

Las enfermedades alérgicas habitualmente son procesos crónicos que afectan a distintos órganos y que precisan una combinación de diferentes medicamentos sintomáticos. Todo esto encarece el tratamiento y refuerza el interés de un buen control, intentando evitar aquello a lo que seamos alérgicos. Aunque el gasto inicial de las vacunas es elevado, se ha comprobado que a largo plazo reducen el coste global de la enfermedad.

Si mi hijo es alérgico a leche, huevo, pescado y/o legumbres ¿lo va a ser para siempre?

El pronóstico a largo plazo de la alergia a alimentos en la infancia es especialmente favorable y sólo un porcentaje reducido de los pacientes sigue sensibilizado en la edad adulta. Este buen pronóstico es más evidente en los casos de alergia a proteínas de leche de vaca y en menor medida al huevo. El niño ya diagnosticado debe ser revisado periódicamente para valorar en qué momento se puede plantear, con cada alimento, un test de tolerancia oral bajo la supervisión del alergólogo.

La situación es totalmente opuesta cuando el paciente se sensibiliza en la adolescencia o en la edad adulta. Los alimentos más frecuentemente implicados son frutas, frutos secos, huevo, pescado y marisco. La sensibilización es persistente y se suele asociar por reactividad cruzada a otros problemas alérgicos.

Los alérgicos a la leche de vaca, ¿pueden tomar productos lácteos de cabra y oveja?

No. La posibilidad de reacción cruzada entre las leches de vaca, oveja y cabra es elevada y se debe evitar su consumo. Las alternativas en la alergia a las proteínas de la leche de vaca son las fórmulas preparadas a partir de la soja y las fórmulas a base de hidrolizados totales de proteínas. Los hidrolizados parciales.

 Los niños alérgicos al huevo o a la leche ¿pueden seguir el mismo calendario de vacunación infantil?

Sí. Sólo se ha de evitar la vacunación con la llamada «triple vírica» convencional (sarampión, parotiditis y rubéola), pero existe una preparación alternativa (sin huevo), por lo que no hay que alterar dicho calendario.

¿Qué relación tiene la alergia a algunos alimentos con otros agentes como el látex?

La alergia a alimentos se produce por sensibilización a una o varias proteínas concretas presentes en el alimento. Estas proteínas pueden ser compartidas por distintos alimentos, pero también por otros agentes filogenéticamente relacionados, con capacidad también para desarrollar clínica alérgica. Ejemplos frecuentes de esta posible reactividad cruzada son los que se establecen entre látex con kiwi, plátano y/o castaña; ácaros, cucaracha y mariscos, y pólenes y frutas. Estas proteínas son conocidas como panalergenos y su diagnóstico y manejo práctico debe ser realizado exclusivamente por el alergólogo.

¿Qué es el anisakis? 

El anisakis simplex es un parásito de los mamíferos marinos. Sus larvas se pueden encontrar en los pescados y la ingesta de estas larvas vivas, al comer pescado crudo o poco cocinado (en particular, en nuestra cultura, el boquerón en vinagre), puede provocar cuadros de dolor abdominal, síntomas cutáneos e incluso reacciones de anafilaxia severas.

La congelación del pescado por debajo de —20ºC (congelación en ultramar) y el cocinarlo a temperaturas superiores a 60ºC producen la muerte de la larva, evitando el riesgo de una reacción alérgica. Sin embargo, éste sigue siendo un tema de debate médico y el consejo debe ser individualizado, en cada caso, por el alergólogo.

Cuando voy a comer a un restaurante chino, siempre me pongo rojo. ¿Existe la alergia a la comida china?

Independientemente de que puedan existir sujetos que sean alérgicos a algún alimento empleado en la elaboración de comida asiática (soja, tomate, especias, cereales, gambas, etc.), existe un síndrome que se conoce como «del restaurante chino». Se caracteriza porque el individuo presenta enrojecimiento generalizado, sudoración, dolor de cabeza, dificultad respiratoria en ocasiones y nauseas. Está causado por la existencia de abundante glutamato monosódico en muchas comidas orientales.

¿Cómo se hacen en la actualidad los estudios de alergia a medicamentos?

El primer paso es una historia clínica detallada, donde se planifique el estudio posterior y se dé un primer consejo terapéutico. Exclusivamente en reacciones recientes con antibióticos betalactámicos (penicilinas) o en relación con la anestesia general, se determina IgE específica en suero (CAP). En reacciones con antibióticos, pirazolonas y anestésicos hay que realizar test cutáneos (prick e intradermorreacción) con los medicamentos sospechosos. Cuando la reacción ha sido tardía (han transcurrido varias horas entre la toma del fármaco y la reacción, habitualmente cutánea), pueden ser útiles test epicutáneos o parches. Si los estudios previos son negativos o no concluyentes (o bien no esté indicada su realización), se hará un test de provocación controlado en medio hospitalario, previo consentimiento informado. Su indicación viene determinada por la importancia o necesidad del fármaco sospechoso y su grupo y por el riesgo aparente según la historia, estando contraindicado en el supuesto de anafilaxia u otras reacciones severas. En la práctica diaria, la inmensa mayoría de los estudios precisan la realización de pruebas de provocación para poder dar al paciente una orientación definitiva. Con posterioridad, si no hay nuevas incidencias clínicas que lo justifiquen, no hay que repetir el estudio.

Si hace años las pruebas cutáneas con algunos medicamentos fueron positivas y después los he tolerado ¿he dejado de ser alérgico?

Si en algún momento se le ha prohibido un determinado medicamento, por una posible «reacción alérgica» y unos test cutáneos positivos, y después lo ha tolerado sin problemas, puede seguir tomándolo sin necesidad de repetir ningún estudio. Lo más probable es que sus primeras pruebas no se hicieran con el rigor necesario con el que se realizan en la actualidad y lo que se calificó de reacción alérgica no lo fuera. Cuando se establece un diagnóstico correcto y real de alergia a un medicamento, éste se mantiene para siempre, aunque hay indicios de que este concepto cambie en el futuro. En cualquier caso, en el supuesto de duda será su alergólogo el que deberá comprobar qué medicamentos se le prohibieron y por qué, cuáles ha tolerado después, cuáles necesitan un nuevo estudio y cuáles puede seguir tomando.

Siempre he tomado el mismo antibiótico sin ningún problema, ¿puedo ser ahora alérgico al mismo?

Sí. Toda persona puede sensibilizarse frente a un alergeno previamente tolerado en cualquier momento de su vida. Además, una de las condiciones necesarias para poder sensibilizarse a un alergeno es haber tenido contacto previo con el mismo. Hay que advertir, sin embargo, que en algunos casos excepcionales este primer contacto pasa desapercibido (medicamentos empleados en la alimentación del ganado, espesantes y otros aditivos alimentarios, aceites vegetales, productos de látex, etc.).

Si soy alérgico a un antibiótico, ¿puedo serlo también a otros?

Un paciente alérgico a un antibiótico puede también serlo a otros antibióticos del mismo grupo, puesto que podría existir reactividad cruzada entre ellos. Esto no ocurre siempre así, por lo que se deberá realizar un estudio alergológico adecuado.

Para grupos diferentes al del antibiótico implicado, el paciente tendrá las mismas posibilidades que otra persona de desarrollar una nueva alergia.

Mi hermano es alérgico a un antibiótico ¿es necesario que yo también me haga un estudio?

El pilar fundamental para el diagnóstico de una alergia a un medicamento es la historia clínica. Si no existe antecedente de ninguna reacción, no está indicado realizar ningún estudio, ya que la posible alergia a un medicamento no es predecible. Además, no se ha comprobado que la alergia a medicamentos se herede o sea más frecuente si algún familiar es alérgico.

Recientemente me han diagnosticado una urticaria aguda, ¿es lo mismo que una reacción alérgica?

La urticaria aguda es una entidad clínica en la que, de forma súbita, se producen habones y/o angioedema evanescentes, que cursan en brotes repetidos que ceden con tratamiento antihistamínico y/o corticoide en pocos días. Es habitual confundirla con una reacción alérgica, cuando está comprobado que sólo un reducido porcentaje de las urticarias está causado por alergia. Aunque la urticaria es una de las posibles manifestaciones de una reacción alérgica, en este supuesto suele ser el propio paciente el que orienta en la historia clínica a un posible desencadenante alérgico (picadura, alimento, medicamento, etc.) que habrá que valorar. En caso contrario, la rentabilidad de cualquier estudio es nula y no hay que adoptar ninguna medida especial.

 ¿Qué es la urticaria crónica? ¿Tiene curación?

Cuando los brotes de urticaria se repiten durante un periodo superior a 6 semanas se diagnostica como urticaria crónica. En el 85% de los casos su origen es desconocido, mientras que en el 15% restante se ha asociado a múltiples causas: alergia, autoinmunidad, parasitosis, infecciones o enfermedades crónicas, etc. El especialista (alergólogo o dermatólogo) debe realizar un estudio completo para descartarlas. Además debe vigilar estrechamente al paciente hasta controlarle con el menor tratamiento antihistamínico o corticoide que sea posible. El curso del proceso es totalmente imprevisible y puede durar meses o, más raramente, años.

¿ Es cierto que cada vez hay más enfermedades alérgicas? ¿Por qué?

Sí, en los últimos años ha aumentado la incidencia de enfermedades alérgicas y ya afecta a más de un 20% de la población. Hay varios motivos para justificar este incremento: la utilización de mejores métodos diagnósticos que ponen de manifiesto este incremento, la aparición de nuevos alergenos muy sensibilizantes (con frecuencia asociados a nuevos hábitos de vida en el medio urbano) y una posible orientación de nuestro sistema inmunológico a reaccionar ante agentes aparentemente inocuos, ante el desarrollo de la vacunación infantil y el descenso de enfermedades infecciosas.

¿Qué avances científicos cabe esperar en los próximos años en el campo de la alergia?

La alergología es una especialidad moderna que se encuentra en plena expansión. Cada año aumentan los conocimientos sobre los procesos alérgicos y probablemente esto seguirá ocurriendo igualmente en los próximos años. Especial interés tendrán los avances terapéuticos, tanto en tratamientos sintomáticos como en nuevas estrategias en la inmunoterapia. En este campo existen expectativas razonables, a medio plazo, de nuevas «vacunas» más eficaces y seguras, que probablemente permitirán una curación definitiva de las enfermedades alérgicas.

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